Los partidos políticos y las organizaciones progresistas agrupadas en la Alianza Progresista Global (APG) y la Alianza Progresista de la Américas (APLA), así como las que integran la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (COPPPAL), saludamos la celebración de la III Cumbre Unión Europea (UE)-Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), de Jefes de Estado y de Gobiernos, los días 17 y 18 de julio en la ciudad de Bruselas, y expresamos nuestro beneplácito con los ámbitos de trabajo fundamentales, establecidos en su convocatoria:
- Una asociación política renovada;
- Un refuerzo de la agenda comercial común;
- Ejecución de la estrategia de inversión de Global Gateway para acelerar una transición ecológica y digital justa y combatir las desigualdades;
- Suma de fuerzas en pro de la justicia, la seguridad ciudadana y la lucha contra la delincuencia organizada transnacional;
- Colaboración para promover la paz y la seguridad, la democracia, el Estado de
- Derecho, los derechos humanos y la ayuda humanitaria; Creación de una asociación interpersonal dinámica.
Estamos seguros de la pertinencia de que estos seis (6) importantes puntos de agenda a ser tratados y aprobados en la Cumbre, a ese alto nivel, que permitirán consolidar la asociación estratégica UE-ALC, como uno de los soportes fundamentales para fortalecer la institucionalidad del orden internacional y regional. Y así unidos defender y fortalecer a la democracia, luchar por la salvaguarda de los derechos humanos, la paz y la seguridad, combatir al autoritarismo e igualmente redoblar el paso en la lucha contra el cambio climático e impulsar una transformación digital incluyente que tenga en el centro de su desempeño al ser humano.
En ese tenor fue que, la Alianza Progresista y la COPPPAL nos reunimos el pasado primero de junio en la Ciudad de México, convencidos de que las fuerzas progresistas estamos llamadas a jugar un rol fundamental en esta etapa para frenar el avance de los autoritarismos, y al mismo tiempo impulsar la edificación de un siglo XXI de libertad, igualdad, solidaridad y paz, entre todas las naciones del mundo.
Conscientes de lo aquí expresado destacamos que Europa junto a América Latina y el Caribe constituimos aliados esenciales en estas tareas, y somos beneficiarias de una alta complementariedad que estamos obligados a desarrollar en beneficio de nuestras naciones y de la humanidad.
Estamos ciertos, que en la tarea de avanzar hacia la ineludible reforma del sistema político internacional es necesario ir más allá de lo hasta ahora realizado e incorporar un sujeto activo de su promoción: los partidos políticos progresistas. Nuestras organizaciones políticas y civiles pueden potenciar el trabajo de los Estados, porque son capaces de actuar ahí donde las cancillerías no alcanzan a llegar.
Es momento de fortalecer nuestra narrativa demócrata social, su difusión y su presencia en el debate político mundial, al mismo tiempo que trabajar en favor de un diseño programático confluyente de nuestra acción política. Por eso, enfatizamos que se debe impulsar un nuevo pacto demócrata social a nivel regional y global, como una gran tarea de construcción política progresista en favor de lograr una mejor gobernanza mundial.
Europa, América Latina y el Caribe, son actores globales de la nueva arquitectura del siglo XXI y como tal están obligados a ser parte activa de la inaplazable reforma del sistema político internacional para contribuir, en condiciones simétricas, a definir la nueva institucionalidad mundial.